La mediación es un proceso voluntario, neutral, rápido y confidencial. Se puede aplicar en diferentes ámbitos: familiar, escolar, comunitario, laboral, intercultural, justicia juvenil, entre otros.
La mediación permite que las partes encuentren por ellas mismas soluciones que se adapten a sus necesidades, como un traje a medida. Es por eso que después resulta más fácil cumplir los acuerdos logrados.
Ofrece una atención personalizada en un entorno protegido y absolutamente confidencial, y más flexibilidad y rapidez que un juicio o un arbitraje.
Evita procesos judiciales contenciosos o permite cerrarlos si ya han empezado, con las ventajas emocionales y económicos que esto implica.